Alzheimer y demencia

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Elida Elsa Noverazco
Creadora de Danza Armonizadora.

En todo camino de desarrollo personal el trabajo corporal se revela como fundamental. La ejercitación física contribuye al óptimo manejo de nuestro cuerpo, a una mayor concientización y a un conocimiento más profundo de nosotros mismos.

Es así como destacamos el rol indispensable de las terapias corporales en aspectos como el autodescubrimiento, la plasticidad, la comunicación y la creatividad. Trabajar el cuerpo permite deshacerse de posturas corporales asociadas a roles estereotipados y aprender nuevos gestos que acompañen a un cambio de actitud.

Desde Danza Armonizadora trabajamos para la conformación de grupos protectores que permitan el desarrollo personal de cada uno de sus integrantes. En el ámbito grupal el alumno puede sociabilizarse, templarse y recuperar la confianza en sí mismo, constituyéndose en un marco adecuado para la expresión del sentimiento y el autoconocimiento.

En Danza Armonizadora propiciamos, mediante el cambio de roles en todos los ejercicios, que la acción grupal se base en el principio de liderazgo distribuido, a través del cual, todos los miembros tienen la oportunidad de desarrollar las correspondientes capacidades de líder. Por lo tanto, debe existir una actitud de flexibilidad que facilite la adaptación constante del alumno a nuevos roles, evitándose de esta manera la permanencia en roles fijos. La dinámica grupal se presenta como una situación cooperativa en base a roles complementarios, donde la conducta de un integrante no es un obstáculo que impide alcanzar el objetivo grupal, sino que ayuda a los demás a lograrlo.

Desde lo corporal se trabaja ofreciendo pautas de movimiento determinadas con ejercicios que promueven la armonía y la unificación. Se pone fin a la práctica mecánica del trabajo corporal, proponiendo que, por pequeño o limitado que sea el movimiento, éste pueda ser vivenciado a través del afecto y los sentidos, abriendo nuevos canales en lo que hace a lo estrictamente biológico y ofreciendo la posibilidad de una nueva apertura en lo afectivo. Debe haber un reaprendizaje corporal donde el alumno pueda ir adoptando nuevos patrones motores. Plantear el análisis de una determinada problemática sin un reaprendizaje de posturas corporales concomitantes, implica una disociación entre psiquismo y cuerpo claramente inexistente. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche, quien criticó a la filosofía por haber abandonado al cuerpo como centro de reflexión del hombre, expresó “tomad al cuerpo como único camino de todo conocimiento”.

Por último es importante considerar el aspecto artístico y creativo y su incidencia en la mejoría integral de la salud. La posibilidad de expresarse corporalmente - siempre acompañada por música especialmente elegida y acorde a cada danza o ejercicio - facilita la creatividad natural y espontánea.

Siempre el arte ha sido movilizador y transformador de la realidad, y es capaz de producir en quién lo practica (y en quién lo contempla) una verdadera modificación en su salud plena, mejorando y aumentando las expectativas de vida.