Preguntas frecuentes

La función cognitiva es la capacidad para procesar el pensamiento. El DCL es un síndrome que puede presentar déficit cognitivos más allá de loque cabría esperar en una persona normal cualquiera, considerando la edad y el nivel cultural de la misma; no suele afectar las actividades de la vida diaria. Se estima que entre el 10 y 15% de las personas con DCL pueden evolucionar hacia un Alzheimer en comparación con el 1-2% de los sujetos sanos de la misma edad en el plazo de 1 año.

La demencia es una afección adquirida del cerebro, que produce una alteración de las funciones intelectuales y/o de conducta del sujeto (respecto a un estado anterior conocido o estimado) de suficiente importancia como para interferir ampliamente con las actividades del diario vivir e independiente de alteraciones del estado de conciencia.

  • Es importante una evaluación clínica profunda, concienzuda y ordenada.
  • Estudios de Laboratorio de sangre y orina.
  • Evaluación cognitiva o evaluación neuropsicológica (funciones intelectuales, memoria, atención, concentración, lenguaje, función viso espaciales, etc.)
  • Evaluación psiquiátrica ya que se alteran las conductas del individuo (depresión, cambio de personalidad, ideas persecutorias, etc)
  • Estudios por neuroimágenes, estudios radiológicos del cerebro (pueden ser: Tac, RNM, Spect cerebral y la cámara gamma cerebral.

Históricamente los síndromes demenciales recibieron diferentes nombres, popularizándose hasta hace poco el término arterioesclerosis y/o demencia senil para encasillar a personas adultas o adultas mayores con problemas cognitivos conductuales en general, actualmente se han dejado de usar ya que se prefiere llegar al diagnóstico etiológico mas exacto posible y denominarlas de acuerdo con él.

La más común de las demencias es el Alzheimer, otras demencias son :Demencia Vascular, siendo la mas común de ellas la del tipo multi-infarto; Demencia del Lóbulo

Frontal (DLF)o Enfermedad de Pick (EP) , con sus subtipos ; Demencia por cuerpos de Lewy (DCL); Demencia asociada al Parkinson. También están las demencias reversibles que se pueden retroceder total o parcialmente con un tratamiento precoz, pero que llegadas a etapas avanzadas sin intervención terapéutica , se vuelven irreversibles (por ej. hidrocefalia normotensiva, demencia provocada por hipotiroidismo, alcoholismo crónico, demencia provocado por traumatismo craneano) .

Las demencias no son producto de la vejez. Sí son enfermedades del grupo "edad-dependientes" y el progreso de la ciencia y de la tecnología han hecho que en las últimas décadas se incremente en forma muy acentuada la población de edad avanzada. Las demencias afectan al 5-8% de las personas mayores de 65 años y la prevalencia se duplica cada 5 años de edad entre los 65 y 94 años.

En la mayoría de las demencias, la predisposición genética no juega un papel preponderante. La causa de la enfermedad de Alzheimer es aún desconocida si bien existen varias hipótesis, la causa final no ha podido definirse. Menos del 5% de los casos de Alzheimer está relacionado con causas hereditarias. Las personas sufren mutaciones (cambios genéticos) en determinados cromosomas y contraen la enfermedad antes de cumplir los 60 años. Estas mutaciones se heredan en el 50% de la descendencia, tienen patrón de herencia dominante.

Es importante destacar que en la mayoría de los casos la enfermedad de Alzheimer se presenta de manera esporádica, o sea, de aparición aislada o sin relación familiar clara.

Existen señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada individuo puede experimentar una o más señales a grados diferentes. Si se nota cualquiera de ellas es conveniente consultar con un neurólogo.

  • Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana
  • Dificultades para planificar o resolver problemas
  • Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.
  • Desorientación de tiempo y/o lugar
  • Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno cn el otro en el ambiente.
  • Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o en lo escrito.
  • Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para volver sobre sus pasos, para encontrar lo perdido.
  • Disminución o falta de buen juicio.
  • Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
  • Cambios en el humor o en la personalidad.

Si bien la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva e invalidante que aún no tiene cura, existen numerosas razones para ser más optimistas, ya que hay tratamientos, redes de ayuda ( como ALMA) y conocimientos que permiten que la persona afectada y su familia lleven una vida digna y con esperanzas. A pesar de que es una enfermedad cerebral irreversible cuyo curso natural no se detiene, es bueno saber que al mismo tiempo hay mucho por hacer para mejorar la calidad de vida del paciente y su familia.

La investigaciones realizadas hasta hoy indican que un estilo de vida saludable podrían reducir el riesgo de desarrollar una demencia.

  • Cuide su corazón
  • Manténgase físicamente activo.
  • Siga una dieta saludable (pobre en grasas)
  • Desafíe su cerebro.
  • Disfrute de actividades sociales

La regla sería: "Lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro".

El desafío que se presenta al momento de recibir el diagnóstico de una demencia es grande y tiene que ver con el autocuidado de la persona, resguardando todo aquello que implique riesgos para sí u otros, tratando de conservar su mayor autonomía y dignidad. En etapas iniciales de la enfermedad, las habilidades para conducir no están comprometidas, pero, a medida que la misma avanza, el manejo se torna inseguro. En personas con demencia no hay conciencia de enfermedad, lo que significa no hacerse cargo de las propias dificultades, minimizar las situaciones riesgosas y delegar responsabilidades en los otros conductores. Le evaluación cognitiva o neurocognitiva, es de gran utilidad para la toma de decisión acerca de si la persona puede o no continuar manejando, en ella se evalúan: la atención, la memoria, la orientación, las habilidades visuoespaciales y las funciones ejecutivas del paciente.

La angustia y desesperación que normalmente sobrelleva la familia se debe generalmente a no tener información sobre la enfermedad, a no comprender cómo actúa y a no saber cómo reaccionar frente a determinadas conductas y/o situaciones de la persona afectada. El cuidar permanentemente a un enfermo de estas características puede ser muy agotador, angustiante, desalentador, frustrante.

Cuando nos enfrentamos como familia de estos diagnósticos es mucho el temor y el desasosiego que nos invade, la única forma de combatirlo o al menos de apaciguarlo es conociendo de qué se trata. Un cuidador principal familiar, en general, no esta preparado para cuidar a estos enfermos, por otro lado nadie le preguntó si deseaba hacerlo, en oportunidades la carga del cuidador se torna muy pesada, entonces debemos tener presente que "el conocimiento ayuda y evita dolor, la ignorancia daña y genera incertidumbre". Es necesario informarse sobre la enfermedad, asistir a grupos de apoyo como lo que ofrece ALMA: la importancia de estos grupos reside justamente en sostener , compartir y darse cuenta que a todos les pasan las mismas o parecidas cosas; el compartir el problema "ayuda a sacarlo afuera", el poder ponerlo en palabras, ayuda: "a aclarar lo que se siente", a tener mayor información, a no sentirse tan sólo, a compartir experiencias, a conocer nuevas estrategias para el manejo diario y, de a poco, se va logrando la aceptación de la enfermedad (que no es lo mismo que la resignación) y una vez que se logra la aceptación nos vamos alejando del estrés que el diario convivir nos trae. Por otro lado la tarea del cuidado en forma permanente es agotadora por lo tanto, es importante saber pedir ayuda, uno sólo no puede con todo este problema, es necesario para la salud del cuidador familiar contar con la ayuda ya sea de otros familiares o de personal contratado.

La decisión de institucionalizar a nuestro familiar conlleva a un conflicto personal y familiar que impacta profundamente. No existe un momento justo ni recetas mágicas para llegar al momento de esta decisión, Cada familia es única al igual que cada paciente y cada situación particular, por lo tanto, la decisión final deberá ser evaluada en familia, de acuerdo a los beneficios que esta medida represente. En general es el deseo de las familias el de mantener a nuestro ser querido en su medio durante el mayor tiempo posible, siempre y cuando se pueda garantizar: atención adecuada, contención, estimulación, seguridad y la cuota de amor y respeto que el enfermo necesita. Pero muchas veces no pueden cumplirse con estas expectativas y, situaciones particulares por parte de la familia, trastornos conductuales difíciles de manejar, complicaciones médicas que necesitan la asistencia de enfermeros o personal capacitado y otras causas, hacen necesario rever qué es lo mejor y más seguro para el paciente y su familia. Como surgen diversos sentimientos cuando se toma esta decisión como ser "la culpa", es necesario buscar con tiempo y dedicación el lugar adecuado que, para cada familia, puede ser diferente; el institucionalizar a un ser querido no significa abandonarlo ni desentenderse de él, sino delegar en un buen servicio institucional sus mejores cuidados, y además poder acompañarlo con las visitas que deseamos, poder llevarlo a casa o a lugares de placer o recreación los días festivos o los fines de semana, de acuerdo a cada familia. En ALMA existe una guía para analizar sobre los servicios que deberían prestar las instituciones, si lo desea puede solicitarla a esta dirección: